Gameto masculino diferenciado durante la espermatogénesis en el testículo, el cual se une al óvulo, transmitiendo el material genético paterno, para formar un embrión.
Análisis seminal macroscópico y microscópico en el que se valoran su volumen, color, viscosidad, licuefacción y otras propiedades fisicoquímicas, además de hacer un recuento de espermatozoides y estudiar su morfología, vitalidad y motilidad.
Procedimiento médico empleado en técnicas de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV) o la inseminación artificial (IA), donde se utilizan hormonas para inducir el desarrollo y la maduración de múltiples folículos ováricos en una mujer. Este proceso busca aumentar la cantidad de óvulos disponibles en un ciclo menstrual, lo que incrementa las posibilidades de éxito en los tratamientos de fertilidad.
Proceso previo a la mayoría de los tratamientos de reproducción asistida que consiste en la administración de hormonas con el fin de inducir el desarrollo folicular múltiple de forma segura.
Técnica utilizada para inducir la maduración de múltiples ovocitos antes de someter a la paciente a un tratamiento de reproducción asistida. Es el primer paso en procedimientos como una inseminación artificial (IA) o una fecundación in vitro (FIV), ya que implica la administración de la hormona FSH con el fin de estimular una sobreproducción de folículos en el ovario.
Hormona producida en los folículos ováricos cuyas funciones más importantes son el desarrollo de los caracteres sexuales femeninos y la formación del endometrio en la primera mitad del ciclo menstrual. Existen dos formas isoméricas: el 17α-estradiol y el 17β-estradiol, la más activa.
Hormona sexual esteroidea, en particular el estradiol, la estrona y el estriol, sintetizada principalmente a partir de los andrógenos en las células de la granulosa del ovario y, en menor proporción, en el tejido adiposo, la piel, el hígado y los músculos, así como en la unidad fetoplacentaria durante la gestación. Estas hormonas estimulan el desarrollo y mantenimiento de los caracteres sexuales secundarios femeninos, promueven el crecimiento y el trofismo de los órganos genitales de la mujer, condicionan el ciclo menstrual, disminuyen la resorción ósea y mejoran el perfil de riesgo cardiovascular al reducir las LDL y aumentar las HDL.